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Nayib Bukele: ¿Una década de promesas incumplidas y mentiras?

 


¿Por qué Nayib Bukele le tiene miedo a los "periodistas incómodos"? 

Nayib Bukele es una persona políticamente activa, que aparece demasiado en ciertos medios de comunicación, ya sea anunciando obras o contando historias sobre pueblos pequeños. Nayib ha invertido mucho capital en construir una imagen política y personal muy conservadora, innovadora, y que atrae a la población. A pesar de todo ese trabajo que ha realizado por esculpir al “político ideal”, cada día es más evidente que todo es pura publicidad.


 

Veamos el tan afamado progreso de Nuevo Cuscatlán. El gran salto a la fama de Nuevo Cuscatlán se dio cuando Univisión transmitió un reportaje, en el que se mostró como todo había cambiado desde que Bukele asumió las riendas de la Alcaldía, llegando al punto que muchos expresaron que “vivir en Nuevo Cuscatlán era como vivir en Estados Unidos”. Aunque esto sea un sueño que queremos volver realidad, es prácticamente imposible creer que vivir en un pueblo o ciudad de El Salvador es igual que vivir en los Estados Unidos. Es hasta risible volver a recordar en este momento esa expresión. 

Ningún pueblo o ciudad de nuestro país es comparable a una ciudad del primer mundo. Por más que queramos vender esa idea, es ilógico debido a la falta de planeación urbanística y a las pocas fuentes de trabajo. Nuevo Cuscatlan no ha cambiado en una década, sigue teniendo calles angostas, no hay aceras, un parque anticuado, calles en mal estado, basura en las cunetas y deforestación imparable. No era lo que Nayib había estado vendiendo durante casi tres años, era todo lo contrario. Incluso la falacia de que gracias a su gestión no había violencia en ese municipio era evidente al ver que la mayoría de las colonias y residenciales cuentan con vigilancia privada, muro perimetral y portón principal. Nunca fue su “gran plan de seguridad municipal” el que mantuvo a Nuevo Cuscatlan sin violencia. Es más, no es competencia de los alcaldes el controlar la seguridad de un municipio, eso le compete a la Policía Nacional Civil. Claro, la gente elegía el creer que Nayib Bukele era el que mantenía la seguridad ahí, porque era lo que Nayib Bukele junto a su equipo de estrategia política y marketing habían planeado. Cada obra pequeña era magnificada para que se viera “bonito” en los medios de comunicación, y la propaganda del pueblo progresista se forjó exitosamente para abrir a Nayib Bukele el camino a San Salvador.

El inicio de la carrera política de Nayib Bukele en San Salvador lo realizó de manera espectacular. Con banderas de El Salvador, en un local bonito y pagando a medios de comunicación para que lo transmitieran a nivel nacional. Fue un acto nunca antes realizado por una persona que busca ser alcalde, bien organizado, cuyo objetivo era demostrar que él era “the special one”. En otras palabras, un show egocentrista, en el cual Nayib Bukele dijo mucho sin decir nada, y se quería presentar como un candidato independiente corriendo bajo una bandera partidaria. Un show bien montado que logro convencer a las masas que al votar por Bukele ya no serían parte de la idiosincrasia que afecta al país. Con el pasar de los meses, las mismas estrategias publicitarias que utilizó en Nuevo Cuscatlán fueron implementadas en San Salvador, a tal grado que en un punto del proceso electoral no se sabía si él era candidato a alcalde por San Salvador o Nuevo Cuscatlán. Salia en todos los anuncios, opacando a la candidata a alcaldesa de Nuevo Cuscatlán.

 

¿Cuál es el miedo a los dueños de los periódicos ¿Por qué lanza acusaciones tan polarizadoras?

A pesar de tratar de vender una imagen integradora, lo que imperó a lo largo de su campaña electoral fue la polarización, al punto que Nayib Bukele ganó la alcaldía de San Salvador por un margen estrecho.

Nayib Bukele fue electo como alcalde de San Salvador. Bukele invirtió mucho más capital en publicidad para mantener encantada a la gente, dándole como resultado que la gente viera que él era la única persona capaz de mejorar el país. Lamentablemente, el cambio más significativo que Bukele hizo mientras fue alcalde de San Salvador es el nuevo escudo de la ciudad. Cinco años después, las calles siguen estando en mal estado, calles inundadas, servicio de recolección de basura irregular, la infraestructura municipal en decadencia, los camiones de la basura siguen tirando residuos contaminantes en las calles, colonias sin alumbrado municipal, mercados municipales inseguros y totalmente sucios. Las mejorías del famoso plan “Una Obra X Día” fueron solamente repello para una ciudad que se esta cayendo. Ni siquiera hay planes para darle continuidad al reordenamiento de San Salvador que otros alcaldes impulsaron por años.

¿Por qué Nayib Bukele no reordenó el gran caos de San Salvador? ¿No se suponía que “él sería el mejor alcalde de la historia de El Salvador”? 

No lo hizo porque Bukele aspiraba a ser presidente, y aunque prefirió que ese desorden de la capital siguiera así para no afectar su tan preciada carrera política. Menos mal que él salvó a Nuevo Cuscatlán, que por cierto ahora ya no tiene relevancia. ¿No que iba a seguir la continuidad de los grandes proyectos de Nayib Bukele?

Nayib Bukele tiene grandes aspiraciones a reelegirse como Presidente, y eso lo ha convertido en un enemigo de los medios de comunicación que no están dispuestos en publicar la propaganda gubernamental que él quiere que la gente crea, llegando a atacar directamente a los periódicos por dedicarle portadas a la Lista Engel o a la supuesta nueva tregua con las principales pandillas del país. Claro, Nayib como siempre dirá que es "una jugada maestra", y a la gente le encantará, porque Nayib explota el resentimiento del pueblo, a pesar de ser tan evidente que no ha cumplido ninguna de las promesas del Plan Cuscatlán, como por ejemplo instalar la CICIES o traer al ex-Presidente Mauricio Funes en los primeros cien días de ser Presidente.




Lo único que quiere hacer Nayib es mantenerse en el poder a como de lugar, y ha invertido mucho dinero para lograrlo. No importa las mentiras o engaños, lo que importa es ganar sino veamos a la gente de Nuevo Cuscatlán que fue engañada falsas promesas de inversiones multimillonarias.

Si Nayib quiere reelegirse, está en todo su derecho, pero no debería hacerlo con espejitos y maquillajes. La polarización y desigualdad sigue en El Salvador, además de la fallida Ley Bitcoin que ha hecho perder al país más de 55 millones de dólares. Si tanto le interesan los pobres, debería al menos mejorar la infraestructura de los mercados municipales. En lugar de andar “comprando Bitcoin desnudo desde el excusado” debería trabajar por El Salvador. Es muy deprimente llegar a cualquier pueblo de El Salvador y encontrarse con un caos generalizado y falta de empleo que trata de ser ocultado con anuncios bonitos y alfombras rojas en Casa Presidencial.

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