En los últimos años, El Salvador ha atravesado por grandes escándalos de corrupción, que ha generado reclamos entre sus ciudadanos. Uno de los puntos clave ha sido el discurso de combate a la corrupción y la promesa de una gestión pública más eficiente, especialmente en áreas críticas como la infraestructura urbana. Sin embargo, a pesar de los avances prometidos, una pregunta persiste entre los salvadoreños: ¿por qué no alcanzan los recursos para el mantenimiento de las calles, incluso en las zonas urbanas?

La paradoja del progreso: ¿Por qué no se ve reflejado en las calles?